Hackers en vehículos inteligentes
Conforme crece la adopción de vehículos inteligentes, su conexión a Internet los expone a riesgos significativos de ciberseguridad. Este artículo explora las amenazas potenciales que enfrentan dichos vehículos y destaca la importancia de abordar el tema de manera proactiva.
Los vehículos inteligentes, con su conjunto de características tecnológicas diseñadas para mejorar la experiencia del usuario, se han convertido en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, que pueden llevar a cabo ataques a distancia, como encenderlos de manera remota para robarlos o extrayendo información personal de los usuarios (direcciones y rutas frecuentemente utilizadas, por ejemplo).
Juan Carlos Carrillo, director de ciberseguridad y privacidad de datos en PwC México, advierte sobre el peligro crítico de los ciberataques en vehículos inteligentes. Los hackers podrían lanzar ataques a gran escala que afecten componentes críticos como frenos eléctricos, sistemas de navegación y el motor, lo que pondría en peligro vidas humanas.
Con la rápida digitalización de la industria automotriz, se espera que los ciberataques se tripliquen para 2030, lo que enfatiza la urgencia de que los fabricantes de automóviles implementen estándares de seguridad más estrictos. Los vehículos modernos contienen numerosas unidades de control electrónico y una cantidad sustancial de código, a menudo superando incluso al sistema operativo iOS.
Además, estos vehículos pueden recopilar datos de geolocalización, que podría revelar información sobre las residencias, lugares de trabajo y rutas frecuentemente utilizadas por los usuarios. La ubicación y protección de esos datos plantean interrogantes, ya que no está claro si la información se almacena únicamente en la computadora del vehículo, en la nube del fabricante o si pasa por el concesionario antes de llegar a la empresa matriz. Con la proliferación de vehículos eléctricos, se espera un aumento en la recopilación de datos, lo que elevará el riesgo de hackeo y robo de información, especialmente en países como México, que son frecuentes objetivos de los ciberdelincuentes.
Juan Carlos Carrillo resalta la importancia de educar a los conductores y propietarios de vehículos sobre las amenazas de ciberseguridad y la necesidad de mantener el software actualizado. A pesar de los esfuerzos de la industria en la ciberseguridad de vehículos inteligentes, la falta de regulaciones estandarizadas sigue siendo un desafío significativo, pues la ausencia de estándares claros dificulta la reducción de la vulnerabilidad de los vehículos.
Adicionalmente, los servicios de ciberseguridad automotriz basados en la nube han experimentado un crecimiento constante, al pasar de $1.74 mil millones de dólares en 2021, a $2.12 mil millones en 2022, y se proyecta que alcancen $4.14 mil millones de dólares para el año 2026. Según Upstream, retirar del mercado un vehículo hackeado puede costar a una empresa alrededor de $400 USD, pero si se considera el daño a la imagen de marca, las demandas y el impacto público, esta cantidad podría ascender a $1.1 mil millones de dólares.
No obstante, a pesar de los desafíos, la industria automotriz tiene la oportunidad de establecer un futuro seguro y resistente para la tecnología de vehículos inteligentes. Esto implica una mayor inversión en ciberseguridad y la creación de normas sólidas que garanticen la protección de conductores y pasajeros. En conclusión, los vehículos inteligentes representan un emocionante avance tecnológico, pero también plantean desafíos significativos en términos de ciberseguridad. La concienciación del usuario, la regulación y la inversión en ciberseguridad son clave para garantizar un futuro en el que estos vehículos puedan beneficiar a la sociedad sin poner en peligro la vida y la privacidad de las personas.
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