Tus datos personales tienen un precio en el mercado negro

Los datos personales son definidos como aquella información que puede usarse directa o en conjunto con otras fuentes de información para identificar, contactar o localizar a una persona en concreto. Generalmente existe mucha información digital en Internet que puede considerarse como datos personales, y ser utilizada después de habernos registrado en algún sitio web, abrir una cuenta de banco o realizar trámites de gobierno, con lo que directa o indirectamente estamos entregando este tipo de información.

Aunque existen empresas que obtienen ganancias con nuestra información, a través de publicidad dirigida o el minado de datos, los cibercriminales tienen un interés especial en nuestros datos. Tanto es así, que existen grupos especializados en tratar de conseguirlos con la finalidad de vender, compartir o utilizar los mismos en conjunto con otros ciberactores y abusar de ellos con fines malintencionados.

Existen diferentes formas en que nuestros datos terminan en manos de los cibercriminales. Entre ellos está el phishing, utilizado para robar acceso a servicios digitales como bancos y tiendas en línea entre otros, que generalmente intentan suplantar la identidad de las instituciones que brindan estos servicios. Por medio de malware que busca ser instalado en el sistema, y una vez que lo logra intenta exfiltrar la información de un usuario, incluidos los registros de acceso y cookies del navegador. Otra forma es a través de la ingeniería social realizando llamadas telefónicas y enviando mensajes de texto, que mediante engaños pretenden extraer la información personal de sus víctimas. Cabe mencionar que en ocasiones nosotros mismos, a través de la información que publicamos en redes sociales, también permitimos que sea analizada cuidadosamente para extraer información sensible.

Una vez que los cibercriminales tienen los datos personales en su poder, utilizan la información financiera para realizar compras o transferencias directamente. O bien, pueden suplantar a la víctima para solicitar dinero o datos a los contactos de esta, por ejemplo, usando las redes sociales comprometidas de la víctima. En casos más graves, realizan el robo de identidad para solicitar créditos o trámites a nombre de la víctima.

¿Qué tan caro es comprar esta información? El portal Privacyaffairs y su índice de precios en el mercado negro en 2021 muestran las siguientes cifras. Los clones de tarjetas de crédito varían entre 25 y 35 dólares, dependiendo de la compañía. Los datos de tarjeta de crédito con CVV incluido están en el rango de 15 dólares por una tarjeta de tienda departamental, hasta 65 dólares por una de Israel. Los precios de acceso a cuentas bancarias oscilan entre los 40 y 120 dólares, dependiendo del balance de la cuenta. Transferencias desde cuentas Paypal hackeadas están entre 30 y 180 dólares, dependiendo del monto. Datos de acceso a una cuenta verificada de Stripe con pasarela de pago se venden sobre los 1000 dólares. Cuentas de redes sociales, en promedio van desde 35 dólares por una de Twitter hasta 80 dólares por una de Gmail. También es posible conseguir el acceso a servicios de streaming y cuentas robadas, mismas que son vendidas incluso en grupos de Facebook. Bases de datos de correos electrónicos se consiguen por tan sólo 10 dólares.
Por otra parte, a través de mercados negros disponibles en internet, es posible encontrar a la venta documentos falsificados como identificaciones apócrifas escaneadas que varían de precio, desde 20 dólares por una licencia de conducir de Minnesota o de Australia, hasta 100 dólares por un pasaporte ruso escaneado. Mientras tanto, falsificaciones físicas de documentos llegan a costar hasta 4000 dólares, por ejemplo, por un pasaporte holandés o polaco.

Dado el impacto que pueden alcanzar los cibercriminales con nuestros datos, es de suma importancia no proporcionar en sitios públicos o no seguros aquella información sensible que represente un riesgo para nosotros, además de cuidar nuestras contraseñas, activar doble factor de autenticación en la mayor medida posible y desarrollar conciencia sobre la privacidad de la información que se comparte en redes sociales.

Referencia:

https://www.privacyaffairs.com/dark-web-price-index-2021/